El Impacto del Sonido
ePrevent, Impacto del Sonido
En mi profesión, con frecuencia me encuentro con personas que son influenciadas por diferentes tipos de sonidos. Hay sonidos agradables, desagradables, fuertes y suaves. Pero, ¿cuándo se perciben los sonidos como fuertes, perjudiciales o molestos?
Con más de 30 años de experiencia en mi campo, he presenciado numerosas variaciones de sonidos. Durante el tiempo de la pandemia de Covid-19, comencé a darme cuenta de que las personas se estaban volviendo cada vez más sensibles a los sonidos. Sonidos del exterior, como el tráfico, ladridos de perros, aerogeneradores, obras en construcción y niños jugando, y sonidos interiores, como niños activos, vecinos ruidosos que cierran puertas y armarios, disputas entre vecinos, música alta e incluso sonidos de vecinos que disfrutan intensamente de actividades íntimas.
La tendencia de reemplazar las alfombras por suelos de madera, laminado, PVC o baldosas ha traído nuevos desafíos a nuestro entorno de vida. La atractividad y la comodidad moderna de las opciones de suelos duros han tentado a muchos a tomar estas decisiones. Sin embargo, han surgido problemas, y la contaminación acústica se ha convertido en un problema importante y extendido.
En los Países Bajos, se estima que un millón de personas experimentan molestias por ruidos de vecinos que caminan sobre suelos duros, mueven sillas y realizan otras actividades cotidianas. El sonido de los pasos y el movimiento de muebles en suelos duros pueden penetrar fácilmente en los edificios y llegar a las viviendas vecinas. Esto puede llevar a la frustración, el estrés e incluso a conflictos entre vecinos.
Esta molestia por el ruido no se limita a los suelos duros; también puede agravarse debido a una aislación de sonido insuficiente en edificios antiguos. Por lo tanto, existe una creciente demanda de medidas y soluciones de insonorización, como el uso de amortiguadores de sonido, alfombras o tapetes en lugares estratégicos e incluso regulaciones de construcción que prescriben el uso de materiales aislantes de sonido.
Es de gran importancia considerar las necesidades y expectativas tanto de los propietarios como de los vecinos al elegir el revestimiento del suelo y fomentar la comunicación abierta para evitar conflictos. Los propietarios y administradores de propiedades también pueden considerar la implementación de medidas de insonorización en complejos de apartamentos para mejorar la armonía entre los residentes. Encontrar un equilibrio entre el confort personal y el respeto por los demás en entornos de vida compartidos es fundamental para que todos puedan disfrutar de sus hogares sin perturbar innecesariamente a los demás.
Yo mismo he experimentado la molestia del ruido causado por un perro ladrando varias casas más allá. En ese momento, estaba muy cansado y estresado, aunque dudo en etiquetarlo oficialmente. Sin embargo, tuve que seguir adelante. La vecina, que vivía sola con su perro, a menudo ponía al animal en el patio porque ella misma estaba molesta por los ladridos. Esto redujo su propia molestia pero creó molestias para veinte casas circundantes. En un momento, incluso escuchaba ladridos cuando el perro estaba en silencio. ¡Se había arraigado en mi mente! Esto fue un momento de aprendizaje para mí, y me sorprendió el poder del sonido.
En varias guerras, el sonido se ha utilizado como arma o como medio de tortura. Diferentes países han utilizado el sonido como arma al dirigir poderosas ondas de sonido de baja frecuencia hacia el enemigo. Inicialmente, esto causaba irritación, pero con el tiempo, las tropas enemigas desarrollaban problemas físicos como desorientación, insomnio, presión arterial alta e incluso insuficiencia cardíaca. También se han utilizado armas ultrasónicas para afectar a los enemigos disparando tonos agudos y potentes hacia ellos, lo que causaba desorientación, fuertes dolores de cabeza y náuseas. Incluso se aplicaba tortura con sonido al someter a los prisioneros a ruidos extremadamente fuertes durante semanas, lo que llevaba a intentos de suicidio y a compartir secretos militares con el enemigo. En el siglo XVI, se utilizaba un método de tortura en el que las personas eran sujetadas en un dispositivo de cabeza y les caían gotas de agua en la cabeza. Con el tiempo, estas gotas se sentían como fuertes golpes y llevaban a las personas a la locura.
Afortunadamente, el sonido también puede traer placer. La mayoría de las personas tienen sus canciones favoritas que les dan energía o les traen alegría. Desde un punto de vista científico, la música puede tener los mismos efectos que el sexo y las drogas debido a la producción de dopamina que puede estimular.
Fuente: G.J. Boneschansker